Fueron las mujeres de las grandes películas.

A pesar del gran tormento de la sociedad contemporánea encima de nosotros, los fumadores, de nuestro vicio, los cigarrillos, estuvo en primer lugar aquella época machista donde nunca se aceptó a las mujeres fumadoras, o mejor dicho, no era una buena imagen para una "señorita". Es eso lo que nos llevó a romper las reglas, a decir BASTA en el momento donde las leyes morales para nosotras llegaban a su límite. Quizás en los años 20, cuando se comenzó a disfrutar de nuestros espectáculos, de nuestros vestidos sugerentes y nuestros bailes provocativos con el Cabaret, se nos dió un poco más de libertad. Nuestros jefes querían sensualidad, atracción y sobre todo esa seguridad en nosotras mismas que os enloquece tanto a vosotros los hombres. Una mujer fumadora, aquella que en el momento de apretar la boquilla del cigarrillo con sus labios, no aparenta, es sexy. Tendrá sus labios pintados de carmín rojo, quedará marcada su huella labial en esa boquilla y echará el humo con sensualidad, siempre siendo sexy.
"Las flappers iban por las noches a clubs de jazz donde solían bailar de forma provocativa, fumaban cigarrillos con largas boquillas, aspiraban cocaína y tenían citas.Bebían alcohol abiertamente, un acto de desafío en un período de prohibición". Luego, en la década de los años 40 y 50, llegaron las Pin-up, ese toque rebelde cargado de feminidad y fuerza. Tampoco lo dejaron de lado. Más adelante, no tardaron en aparecer los queridos hippies. Pero ahí las mujeres ya no mostraban sensualidad, era una revolución hacia aquella sociedad tan exigente, pero predominaron los canutos, algo diferente. Y ya llegaron los años 80, los 90 y el siglo XXI.

Siempre y cuando agarre un cigarrillo con los dedos índice y corazón, se entrecorte su respiración junto con el humo bajando por su garganta, la manera limpia y sensual de expulsar el humo por la pequeña separación de sus labios, dejandolos entreabiertos..

Las mujeres interesantes, que te echan el humo a la cara para captar tu mirada.