lunes, 24 de octubre de 2011

All you need is love.

Que pena no parar apenas ya por aquí, y eso que mi vida no ha parado de rodar. A veces echo en falta desahogarme en esta pantalla, escribiendo hasta cansarme, perdida de tanta palabrería.
Ya el día amanece y se acuesta con el frío. Me encanta, sin duda alguna. No es por el frío en sí, pero los días de otoño e invierno son más románticos que cualquier día de verano. Sentirle a tu espalda, arropándote para que no te roce el aire, dándote calor con sus labios como si del último día se tratara. Él, como siempre, tan especial, queriéndote a cada rato un poco más. Adoro la sensación de sus brazos rodeando mi cuerpo, su aliento por mi nuca y aún más, nuestros pómulos congelados sin parar de sonreírse. Ya ves, quiero desear el invierno más ahora que estás aquí conmigo.

Posdata: te echo de menos compartiendo la almohada.

lunes, 10 de octubre de 2011

Déjame quererte un poco más.

Y enloquezco en la precipitación de tus brazos al abrazarme, sentir tu calor tras de mí no tiene precio alguno. Una vez más mis ojos han vuelto a brillar, no dejo de sentirme afortunada por tenerte, disfrutarte día a día. Y yo creyendo mi posible cansancio por tenerte a diario, por no saber echarte de menos, casi me pierdo la realidad. Esa realidad que se basa en tus ansias de hacerme feliz y ahora sí, ya no hay pensamientos hipotéticos que me alejen de ti. Ya no. Ahora quiero ser solo tuya, quizás como nunca antes.


Te adoro.

sábado, 1 de octubre de 2011

O tú o ninguna.

Últimamente no dejo de pensar en la felicidad que me rodeaba hace tan solo unos meses, será que mi moral está literalmente por el suelo. Ya tenemos claro que mientras peor te sientes, más te humillas a ti mismo con reproches emocionales que no tienen sentido alguno. La mente funciona así, y así seguirá.
Todo se ha calmado, o mejor dicho, algunas situaciones han vuelto a su rumbo, pero otras siguen punzando la herida sin dejar de estorbar. Está claro que no terminamos de comprender que el pasado por mucho que quieras cambiarlo, así se quedará, injustificable como siempre.
Ahora, desplazando esos errores a un lado de mi cabeza, recopilo toda nuestra relación. Joder, como pasa el tiempo, ya han pasado nada más y nada menos que siete meses desde aquella vez. Es inevitable mi sonrisa al pensarte, sobretodo esa mirada que me enloquece.
Hasta tu impuntualidad, tranquilidad y hasta mi poca paciencia contigo me sabe mejor. Que generes mi mal humor y me lo hagas olvidar a caricias. Solo tú contienes mi inspiración, tendré que aprovecharla.
Después de tanto tiempo sigues siendo mi debilidad, mi vicio incondicional. Señor Destino, déjeme saborearlo mucho más. Yo lo cuidaré y mimaré durante el tiempo que haga falta.


Mi foto
Badajoz, Badajoz, Spain