Mi rival, mi compañero, ese es él..

Hubo momentos..no buenos, sino increíbles. Y a lo mejor en un futuro los habrá, pero como apostar por ti si estoy llena de dudas. Maldita incertidumbre que me trae de cabeza por el camino de la amargura..

Y hoy me toca a mí. Me corresponde la obligación de elegir el camino que quiero, si volver a amarte mucho más o empezar de nuevo aquella época de mi vida que se fue, esa época de vivir conmigo misma y nadie más. Pero..¿seré capaz? De bajar a mi puerta y que tú no estés esperándome con tu mejor sonrisa, tus vaqueros y mi camiseta negra preferida..

Estoy inaguantable, agobiada, asqueada, de mal humor..y sigo con mi manía de hacerlo todo más difícil. Ojalá "algo" me ayudara.

Por los sitios que nos vieron, por tus noches en mis manos..

No podría imaginarte lejos, lejos de aquí. De mí, de nuestras caricias, de nuestras noches de invierno en un restaurante cualquiera y las de verano tirados frente al aire acondicionado.

Puede ser que nos quede mucho o poco tiempo, pero nos queda, y pienso aprovecharlo como nunca antes lo he hecho. Para qué te voy a descuidar, si en el momento que cayeras al suelo correría hacia a ti.

No me dejes desviarme más de tus ojos, que yo quiero estar contigo..

Nada me gusta tanto como abrazarnos y ser solamente dos.

Ya pasó San Valentín. Si soy sincera, no me entusiasma nada. Una excusa más para regalarse bombones, flores..un peluche. También se podría hacer cualquier día del año..Y aunque digo esto, yo también he regalado un adorable mono de peluche, una cena (precocinada) pero con amor y una tarta corazón. Y lo he hecho por él. Porque sabía que le iba a gustar, que le alegraría este lunes de noticias no muy buenas, y que además..tenía ganas de ponerle esa sonrisa en la cara que tanto adoro.

Hace tiempo que no nos sonreímos hasta que nos duelan los labios, la próxima vez que te vea, te lo propondré.

"Si cuando mas me hace falta tu abrigo
siempre lo consigo,
verte sudar, regalarme gemidos
es tan divertido y es el mejor castigo."

Te adoro sin remedio.

No me vuelvas a mirar así, ni me toques de esa forma. No lo hagas, por favor..

Me descompones sin tratarlo, me vuelves loca sin poder evitarlo. El escalofrío llega a mí cuando te recuerdo acariciándome, besándome la espalda, el cuello..

Búscame, hazlo hasta encontrarme. Y ahí, te prometo que seré tuya y de nadie más.