Agotados, y desnudos al sol.

Cuatro minutos. Cuatro minutos son los que se necesitan. Se necesitan para mirarte y comprender que te quiero. Te quiero, y mucho. Mucho, que palabra tan abusiva. Abusiva que contigo se queda corta siempre. Siempre tú. Tú y yo. Yo, jodidamente pillada por ti.

Se me olvidó que tu cama era un callejón sin salida.

Y es que quizás no tenemos personalidades iguales, ni aguantas mis manías, ni coincidimos en el horóscopo, no le dimos importancia el día de San Valentín, no creemos en nuestro amor por siempre, ni tenemos proyectos que cumplir.
Ayer éramos tal para cual,
hoy somos diferentes.
Y qué..

Todo está perfecto..

Un último verso elegido:

¡Yo quiero estar siempre contigo!